El Nuevo Dia
El escritor contó que desea que todos sus manuscritos
se queden en Puerto Rico
martes, 21 de abril de 2015 - 7:15
PM
Al
pasearse por el espacio, Sánchez fue recordando anécdotas y compartiéndolas con
los queridos que le acompañaban en la actividad. (GFR
MEDIA)
“¿Qué usted piensa hacer con sus
papeles?”, fue la pregunta que hace algún tiempo un bibliotecario de la
Universidad de Princeton le hizo al escritor puertorriqueño Luis Rafael
Sánchez. El hombre había llegado a la Isla con la encomienda de comprar los
documentos generados por el autor para llevarlos a la prestigiosa institución en
Nueva Jersey.
“Me dije: es que yo no quiero que
mis papeles, que mis manuscritos, que mi biblioteca salga de mi país”, contó
hoy Sánchez en la inauguración de la Sala de Teatro que lleva su nombre en la
biblioteca de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao.
Y es que esa reflexión, dijo, fue
la génesis de los donativos que comenzó a ofrecer por entregas en 2004 al
centro de recursos literarios, para formalizar una relación que había comenzado
décadas antes con el personal de la biblioteca, con el que ha mantenido
comunicación constante por medio de cartas, llamadas telefónicas y visitas, en
las que ya traía libros, revistas, artículos de periódico y reportajes
literarios.
“Nunca se me olvida la pregunta porque yo nunca había
pensado mi obra en términos de que fuese tan importante o tan significativa que
debiera perpetrarse en un espacio… En todo caso, quiero que se quede aquí y quiero que se
quede en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao”, dijo durante el
acto que se le realizó en su honor.
Ahora, más de 3,000 libros y otros
tantos miles de documentos, que incluyen cartas, críticas literarias,
fotografías, placas, y homenajes se ubican en un acogedor espacio en el segundo
piso de la Biblioteca Águedo Mojica Marrero, en su pueblo natal.
En las paredes, la bibliotecaria a
cargo de la sala, Milagros Rodríguez, mostró hoy orgullosa algunos de los
tesoros que forman parte del repositorio: la primera fotografía que se incluyó
en la cubierta de La guaracha del Macho Camacho, otra fotografía en blanco y
negro del autor en su niñez acompañado por su familia, el cartel de estreno de
la obra Quíntuples en la Sala Ravelo del Teatro Nacional en República
Dominicana y la serigrafía que celebraba la selección de Sánchez como humanista
del año por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades.
El escritor tuvo a su cargo el
corte de cinta tras una ceremonia en que varios amigos suyos, la profesora y
escritora Carmen Vázquez Arce, la profesora Carmen Zeta, los bibliotecarios
Ángel Manuel Berríos y Carlos Pérez, y el artista plástico Ángel Vega,
describieron su vínculo con él.
También recibió proclamas de
felicitación de parte del alcalde de Humacao, Marcelo Trujillo; la legislatura
municipal del pueblo y del representante Narden Jaime.
Sánchez mantendrá una oficina en
la sala. Hay además, un espacio con sillas y mesas para la consulta de
documentos en el que también ubica un armario que contendrá tesis realizadas
sobre su obra. Contiguamente, están los anaqueles donde se ubican los libros y
demás documentos.
Al pasearse por el espacio,Sánchez
fue recordando anécdotas y compartiéndolas con los queridos que le acompañaban
en la actividad.
Según comentó, aún le queda por
entregar a la biblioteca más de 40 filmes de entrevistas que se le han hecho en
diversas partes del mundo.
Sánchez, quien bromea al decir que
se encuentra en el tercer acto de su vida, guarda para sí y por ahora cartas
que ha intercambiado con amigos escritores y los libros que autores como Elena
Poniatowska, Eduardo Galeano, Camilo José Cela, Edgardo Rodríguez Juliá, Juan
Goytisolo, Carlos Mosiváis, Mario Vargas Llosa, Isabel Allende y Mayra Montero,
entre otros, le han dedicado. “Me parece un desaire yo regalar lo que se me
regaló”, notó. “Pero esperemos que el telón caiga para que la Universidad de
Puerto Rico recupere esos libros”.